sábado, 27 de noviembre de 2010

A modo de introdución les diré:

¡Bienvenido!


-¡Qué maneras!.
-Lo siento. No le había visto. -dijo el tipo con embarazo.
Y levantando su brillante zapato negro del mullido ser parlante dio marcha atrás y se fue vergonzosamente por dónde había venido.
-¡Hay que ver! Sino quería sentirse bienvenido sólo tenía que haber pasado de largo...
Y así, sin más, quedose de nuevo el felpudo dando la bienvenida a quien bien la recibiera.

Que duro es ser cortés. A. Mullit

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